miércoles, 29 de enero de 2014

Zinc

Zinc

¿Metal pesado toxico o saludable?

Los metales pesados son aquellos elementos químicos cuyo peso atómico está comprendido entre 63,55 (Cobre) y 200,59 (Mercurio).
En muchos casos se oye hablar de contaminación con metales pesados y la toxicidad de estos metales, y muchas veces es cierto que son realmente tóxicos. 
Existen metales pesados que afectan peligrosamente a la salud, pero existen otros sin los que la vida humana no sería posible. Uno de ellos es el zinc.

El zinc es un metal de transición, es decir, colocado en la parte central de la tabla periódica y que pertenece al bloque d (poseen electrones en el orbital d). Es de color blanco y su combustión produce una llama azul-verdosa. Se emplea sobre todo en el galvanizado del acero ya que lo protege de la corrosión, aunque también puede utilizarse en baterías, metalurgia, pinturas, etc.

Además, como ya he dicho, es necesario para la vida, ya que forma parte de complejos enzimáticos implicados, entre otras cosas, en la síntesis y degradación de proteínas y ácidos nucleicos (ADN y ARN), colabora con el sistema inmunitario (las células del sistema inmune utilizan estos metales pesados para atacar otros microorganismos), la cicatrización de heridas, regula los niveles de testosterona (cuando hay bajo zinc disminuye la testosterona), regula la comunicación entre neuronas, etc. Niveles bajos de zinc pueden producir problemas severos en el sistema inmunitario, sistema nervioso, reproductor y otros problemas como la perdida de peso, diarreas, perdida del cabello, etc.

En relación a otros metales, el zinc es capaz de reducir la toxicidad de otros metales pesados, como el aluminio y el plomo, y reduce los efectos del estrés en las células. El cadmio reduce los niveles de zinc en el organismo, lo que puede provocar los daños antes mencionados.

Sin embargo el exceso de zinc sí supone un problema. 
En exceso, el zinc suprime la absorción del hierro y el cobre, puede convertirse en un ácido muy corrosivo en contacto con el ácido clorhídrico del estómago, y si es respirado durante el proceso de galvanización produce convulsiones.
Además el zinc en estado iónico es altamente tóxico para animales y plantas acuáticas y el exceso de zinc en el suelo evita el crecimiento de muchas plantas.

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