Los alcaloides son compuestos nitrogenados que presentan algunas plantas y que provocan efectos fisiológicos en los humanos y animales.
Las drogas psicodélicas como la cocaína, la morfina o el LSD semisintético son una serie de
alcaloides conocidos por su toxicidad.
alcaloides conocidos por su toxicidad.
Pero los alcaloides no solamente se utilizan como drogas, también hay algunos que sirven para el tratamiento de enfermedades. La quinina es un alcaloide que se ha utilizado para el tratamiento de la malaria.
Quizá nunca nos hayamos planteado que en los productos que consumimos a diario, como la patata, se encuentran estas sustancias que pueden resultar tóxicas (dependiendo de la concentración).
La patata es un producto rico en nutrientes al que es posible sacarle mucho partido en la cocina de hoy
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| Ejemplos de alcaloides |
en día. A pesar de esto la patata puede ser un alimento tóxico si la consumimos mal.
La toxicidad se debe a un alcaloide, la solanina, que posee tanto la planta como el tubérculo, causando problemas gastrointestinales y neurológicos. Se produce malestar estomacal, nauseas, dolor de cabeza, reacciones alergicas…
La solanina se encuentra en la parte que está justo debajo de la piel, que es una capa verde muy finita. Por tanto, al comerlas crudas o con piel nos estamos comiendo este alcaloide.
De todos modos la cantidad de solanina que tienen las patatas no tiene por qué perjudicarnos ya que la mayoría presentan menos de 0,2 mg/g, por lo que podemos consumirla con tranquilidad con piel.
Pueden perjudicarnos cuando han empezado a reverdecer ya que la concentración puede superar 1mg/g.
La concentración del alcaloide aumenta a medida que la patata envejece, por lo que es bueno consumir las patatas cuanto antes.
Para evitar esto es recomendable pelarlas si la patata está envejecida, también al cocerla.
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