Es un compuesto orgánico (filoquinona) que necesitamos consumirlo en la dieta, al igual que todas las vitaminas. Este es un caso extraño de vitamina pues el cuerpo sí puede sintetizarla, pero no lo hacen ninguna de sus células si no que su síntesis la lleva a cabo un tipo de bacteria presente en la flora intestinal. Por esto, aunque es necesario adquirirla en la dieta sí puede fabricarse dentro de nuestro cuerpo (algo parecido a lo que ocurría con la vitamina D, de la que hablamos en otra entrada).
La vitamina D es en realidad un grupo de moléculas, que engloban 2 vitámeros: Vitamina K1 y K2. La vitamina K1 es necesaria para la modificación estructural de proteínas de coagulación sanguínea y para la fabricación de ciertos componentes en la médula ósea y la formación de glóbulos rojos. La vitamina K2 es una forma polimerizada de la vitamina K1 y se piensa que podría ser una forma de almacenaje de esta vitamina en diversos tejidos, aunque también podría tener actividades enzimáticas diferentes de K1 (se ha relacionado el consumo de vitamina K2 con la disminución del riesgo de fractura ósea y de desórdenes cardiovasculares).
La dosis diaria recomendada de vitamina K para bebes es de 10-20 microgramos, para niños y adolescentes 5-100 microgramos, para una mujer adulta 95 microgramos y para un hombre 120 microgramos.
¿ Que efectos tienen los déficits de esta vitamina?
Déficits dietarios o de producción y/o absorción de esta vitamina en el intestino pueden producir:
- Osteoporosis
- Calcificación de arterias
- Problemas de coagulación.
¿ Quienes pueden tener defectos en producir o absorber esta vitamina?
Son mas frecuentes los defectos en la producción o la absorción en:
- Enfermos con fallos intestinales
- Alcohólicos
- Pacientes que ingieren elevada cantidad de antibióticos (que matan las bacterias productoras de vitamina K)
- Personas con fallo renal crónico
- Pacientes con genotipo apoE4 (relacionado con la enfermedad de Alzheimer).
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