En el mediterráneo el consumo de uvas es famoso desde hace miles de años, romanos y griegos ya las tomaban en sus fiestas y hasta los egipcios la cultivaban.
Se puede tomar fresca o cocinada, pero es cruda como se mantienen activos todos sus compuestos beneficiosos.
La uva contiene una elevada cantidad de azúcares de absorción muy rápida, lo que aporta gran cantidad de energía al cuerpo y al cerebro en momentos de necesidad. Contiene numerosas vitaminas (B6, C, A, y folato) y minerales (hierro, potasio, calcio, magnesio, fósforo y selenio), y unos antioxidantes muy potentes que ayudan a protegernos de los radicales libres de oxígeno, los responsables del envejecimiento celular. Además contienen resveratrol, un compuesto que protege el corazón, evita la densificación de la sangre, reduce el colesterol, es antiinflamatorio y protege de infartos. También se ha demostrado la función del resveratrol protegiendo de cáncer de colon y próstata, Alzheimer y la enfermedad de las arterias coronarias.
¿Qué beneficios tienen las uvas?
- Reducción del colesterol.
- Protección del corazón, las arterias coronarias y evita la densificación de la sangre.
- Protección ante infartos cerebrales y cardiácos: evitando coágulos y reduciendo el riesgo de placas de colesterol en las arterias.
- Es diurético y laxante, promoviendo una correcta eliminación de toxinas y evitando la retención de líquidos y el estreñimiento.
- Envejecimiento celular y ocular: sus antioxidantes protegen a las células de la acción de los radicales libres, especialmente en los ojos, ayudando a prevenir la aparición de cataratas.
- Ayuda a prevenir y combatir numerosas enfermedades: como el Alzheimer, cáncer de colon y de próstata, problemas renales, asma y migraña.
Pero, al igual que muchos alimentos y medicamentos, hay personas para las que están contraindicadas, como es el caso de los diabéticos, por la gran cantidad de azúcares que contienen, y los alérgicos.
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