La elaboración del vino es un proceso delicado que exige extremados cuidados en todos los procesos ( en la viña, elaboración, crianza…)
Hay muchas causas por las cuales un vino puede presentar defectos.
Los defectos del vino, al contrario que en los alimentos, no suelen presentar daños para la salud. Lo que provocan son cambios en el sabor, color y aroma. La mayoría de las veces estos fallos, a no ser que sean muy notables, no son percibidos por el consumidor medio, pero si son notables en una cata de vino profesional.
Defectos debidos a microorganismos
Fallos aeróbicos
Las acetobacterias son las principales causantes de los cambios del vino. Estas bacterias producen una fermentación acética convirtiendo el etanol en acido acético.
Es uno de los defectos más comunes en el vino y se le conoce como oxidación.
Fallos anaeróbicos
Cuando el azúcar residual no se ha agotado por completo puede ocurrir una segunda fermentación. Esto provoca gases en el vino, y puede provocar la explosión de la botella.
Presencia de Brettanomyces
Al defecto se le conoce como “brett”.
Brettanomices
Es una levadura resistente al etanol, por lo que puede crecer tras el comienzo de la fermentación.
Los olores que produce este tipo de microorganismos van desde “olor a ratón” a “olor a pis de caballo”.
Hay expertos que consideran que un toque de “brett” hace que el vino gane en complejidad.
¿Olor a pis de gato?
La molecula 4-metoxi-2-metil-2-mercaptano butano, es la responsable de este olor que se asemeja al de pis de gato.
Es más frecuente en la variedad de uva “ Sauvignon Blanc”, y suele estar presente de forma sutil en vinos de alta calidad.
Si el olor es desagradable y persistente es considerado como un defecto de vendimia.
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